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Síntomas

Estamos muy atentos últimamente a los síntomas que podamos presentar en nuestro cuerpo, si hay tos o algo de fiebre tenemos varias opciones: ver a un médico, auto medicarnos o no hacer nada y dejar que los síntomas “se nos pasen” (cabe destacar que estas últimas dos opciones no son recomendables, con o sin pandemia mundial). Nuestro cuerpo tiene maneras de comunicarnos lo que está sucediendo en él, si entra polvo en nuestra nariz estornudamos, si nos golpeamos duele la zona afectada, si entra algún virus o bacteria desconocida nos da fiebre y el cuerpo entra en combate microscópico para eliminar la amenaza, incluso a veces no son suficientes los anticuerpos y es necesaria la intervención de la medicina. Tal como nuestro cuerpo tiene síntomas cuando está en peligro nuestra salud (y a la larga nuestra vida) así mismo nuestro ser experimenta síntomas cuando hemos comenzado a alejarnos de Dios. Puede que usted no se dé cuenta, y se parece al proceso de cocción de una rana, ell
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El Poder del Evangelio: La necesidad de justicia

Retomamos nuestro estudio de la carta del Apóstol Pablo a los Romanos. Es necesario dar un pequeño resumen de todo lo que se nos ha hablado en  los capítulos anteriores. En primer lugar, el Apóstol explica la inclinación del hombre hacia el pecado, dándole la espalda a Dios y a sus mandatos, fueron entregados a sus placeres y pecados " 28 ...para hacer cosas que no convienen;  29 estando atestados de toda injusticia, fornicación, perversidad, avaricia, maldad... " (Romanos 1:28-29 RV60). Por otro lado, Pablo de igual manera hace mención de aquellos a quienes se les fue dada la responsabilidad de cumplir y extender el mensaje de Dios, la ley; aquellos que se jactaban de ser el pueblo de Dios, que con menosprecio veían a los demás, acusaban de pecados y delitos a otros sin mirarse internamente, sin ver lo que ellos tenían en su corazón, creyendo que de alguna manera estaban exonerados del juicio de Dios sobre el pecado. Nos corresponde abordar entonces el capítulo 3

Cuando lo que Dios hace no me agrada

En estos dias existe mucha ansiedad y hasta temor por la expansion acelerada del virus COVID 19 (mejor conocido como Coronavirus), varios paises han cerrado sus fronteras, cientos de vuelos cancelados, miles de trabajadores han sido enviados a sus casas en toque de queda con la sola excepcion de las salidas requeridas para la compra de alimentos y medicinas, el mundo entero esta atemorizado por esta pandemia que más allá de su tasa de mortalidad, lo que alerta es el aumento del numero de infectados y su resistencia. ¿Por qué Dios permite esto? ¿Acaso Dios es malo? Interrogantes como estas surgen incluso en corazones de creyentes y nos cuestionamos acerca de nuestro futuro, a veces llegamos a culparlo de los problemas como el hambre, las guerras y enfermedades. La palabra de Dios es clara acerca de los acontecimientos que vendrian en estos tiempos, que no se refiere precisamente a un entorno pre-apocalíptico sino a un tiempo futuro que, de acuerdo a la descripcion, se parece much

El Poder del Evangelio: El Juicio sobre la casa

      Siguiendo nuestro estudio de la carta a los Romanos, vimos en el capítulo anterior (Romanos 1) que el Apóstol Pablo realiza una explicación y argumentación de la culpabilidad del hombre y del justo juicio de Dios, y de que el hombre no escapará de este juicio, y la paga del pecado debe hacerse.      Muchas veces juzgamos y condenamos a los demás por las cosas que hacen, por los pecados que cometen o los errores en los que pueden caer, y es interesante observar como hasta llegamos a pensar de que estamos exentos de ser juzgados por pertenecer a cierta religión, por ser moralistas, o por intentar sopesar la cantidad de acciones malas con acciones buenas, en un intento de opacarlas. Déjeme darle un ejemplo.             Imagínese que un juez justo esté delante de un caso de homicidio, todas las pruebas apuntan a que el sospechoso es culpable de realizar tal acto, la sentencia que mejor se aplica es cadena perpetua, o bien, la pena de muerte. Esta persona, se levant

¿Cómo servir a Dios con el corazón roto?

Todos en algún momento hemos pasado por situaciones que nos hacen pensar si realmente Dios se acuerda de nosotros, en los que tenemos que cumplir con responsabilidades dentro de la casa de Dios y fuera de ella aún con el corazón roto por lo que estamos pasando. Conozco personas que han tenido que predicar acerca de la sanidad teniendo a un familiar en un hospital batallando con el cáncer (que a veces no son sanados y fallecen), conozco personas que han estado tristes por algún desencuentro con su esposo y aún así han tenido que que estar de pie a la entrada de la iglesia, recibir con amor y una gran sonrisa en el rostro a todo el que llega,  también conozco gente que ha tenido que dirigir la adoración o los coros de la iglesia, como se le llama en algunos lados, después de haber recibido la noticia de, que en un evento desafortunado, un auto que iba a alta velocidad chocó su carro y lo dejó en muy mal estado junto con otros autos que se encontraban estacionados frente a la iglesia

Contra la corriente

¿Te has preguntado alguna vez por qué es tan difícil mantenerse firme fuera del contexto de la iglesia o porque cuesta controlar lo que decimos o cómo reaccionamos ante las diferentes situaciones?  Desde que Adán y Eva desobedecieron a Dios el pecado entró al mundo, y así como una abolladura en el molde el pecado se reproduce en nosotros. Dios nos proporciona la ley a través de Moisés y por medio de sus profetas nos manifestó su voluntad, pero una vez que llega Jesucristo lo hace todo más claro porque establece el estándar de vida que el hombre debe tener, ya no es solamente dejar de hacer lo malo sino comenzar a hacer lo bueno, ya no se trata de controlar mis acciones sino también mis pensamientos, no se trata sólo de no hacerle mal a una persona que me odia o que es mi enemigo sino de amarla, orar por esa persona, hacerle bien a pesar del mal que nos ha hecho.  Entonces descubrimos que todas estas cosas van en contra de lo que el mundo nos enseña, el mundo dice que deb

El Poder del Evangelio: El juicio sobre el hombre

“Yo he sido lo suficientemente bueno”, “Nunca he hecho nada malo, Dios debe estar complacido conmigo”, “Puedo ser bueno sin necesidad de Dios”. Frases como las mencionadas anteriormente he escuchado infinidad de veces, y lo que uno logra observar aquí es un intento de aplacar la culpa por haber cometido errores en nuestras vidas, y que intentamos sopesar con acciones buenas, sin embargo, creo que nos hace falta entender que nuestros errores, nuestros pecados, tienen una consecuencia, y debe ser pagado. La persona que rehúsa de la existencia de Dios, lo hace en cierto sentido para huir del juicio de Dios, pues para nosotros es más fácil pensar que nuestras acciones, sean éstas buenas o malas, no tendrán ninguna consecuencia, a pensar que seremos juzgados por todas ellas, pero no bajo nuestro estándar, sino bajo el estándar de Dios. John Lennox, doctor en Matemáticas de la Universidad de Oxford y asociado a Matemáticas y Filosofía de la Ciencia en el Green Templeton College, afirm

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